La terapia sexual ofrece un espacio  donde es posible entender y mediante estrategias, determinar la causa y posteriormente solucionar un problema de índole sexual, ya sea este de pareja o relacionado a la forma en que una persona  vive su sexualidad de manera individual.

Las consultas habituales que nos llegan al consultorio en el caso del hombre tienen su origen en problemas de erección y en la mujer están mas relacionados con la dificultad del placer vinculado al orgasmo.

Es importante tener en cuenta que en la sexualidad humana es tan importante el placer relacionado con la excitación sexual como aquel vinculado a la intimidad de la pareja.

Es muy común que en distintos momentos la persona pueda confundir la necesidad de contacto, caricias y afecto con deseo sexual y esto produce una gran confusión, tristeza y problemas de toda índole.

Las dificultades sexuales además están muy relacionados con hábitos que no han sido correctamente aprendidos a edades tempranas, ya que se observa de manera frecuente personas que no le otorgan a la sexualidad el tiempo necesario para obtener el placer buscado. Es por eso que una parte importante de la causa de los problemas sexuales están relacionados con factores inhibidores cuyas causas pueden ser diversas y de los que los efectos son la persistente sensación en la persona de falta de libertad a la hora de tener un encuentro sexual.