Terapia Online
Donde quieras que estés
Adultos y personas mayores
Porque hacer terapia
Todo tratamiento eficaz para el TOC que ha sido probado científicamente, pone el énfasis en el cambio de conducta del sujeto, ya que cambiando el comportamiento frente a los síntomas podemos cambiar el cerebro y asi librarnos de este padecimiento. (Schwartz & Beyette, 2016)
El mayor problema con el TOC es que los pensamientos indeseados no desaparecen y es necesario aprender a manejarlos para poco a poco permitir al paciente tener una vida normal y no verse perjudicado en su vida cotidiana.
En estos casos la terapia basada en el comportamiento y el mindfulness son un elemento clave para que la persona pueda sentirse libre otra vez.
Es imprescindible comprender que cambiando las respuestas conductuales a los pensamientos, sensaciones y emociones incómodas, de a poco se logra manejar las ideas intrusivas.
La verdad es que uno realmente no está en control de los pensamientos. El cerebro es quien los controla.
Esto indica que no podemos hacer que nuestros pensamientos intrusivos desaparezcan. Tratar de hacerlo es una de las formas de empeorar aún más los síntomas.
El cerebro, no la mente es la que genera los impulsos y pensamientos iniciales. Si bien no podemos elegir que pensar, si podemos elegir no llevar esos pensamientos a la acción. ´
Cuando se focaliza la atención en comportamientos constructivos, el cerebro se recablea mediante un fenómeno conocido como neuroplasticidad, convirtiendo esas acciones en las preferidas. Así es como cambia el cerebro.
El TOC produce en la mente la sensación de que “algo anda mal” y la persona no logra que esa sensación se vaya.
La única forma de quebrar ese ciclo vicioso es cambiar el comportamiento.
En términos de neuroplasticidad se trataría de debilitar los circuitos del cerebro asociados con hábitos no saludables y fortalecer aquellos que soportan acciones positivas. (Schwartz & Beyette, 2016)
Servicios psicológicos
Atención y orientación personalizada
Que son las Obsesiones?
Las obsesiones se definen como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento como intrusivos e inapropiados y causan ansiedad o malestar significativos. Hoy en día gracias a los avances de las neurociencias, la terapia cognitiva y el mindfulness existen tratamientos eficaces para este malestar.
Es esencial entonces para que el tratamiento sea exitoso,un firme compromiso de parte del paciente, realizando tareas entre sesiones las que son fundamentales para que se produzcan los cambios, ya que para que estos sean perdurables, se deben fomentar modificaciones en las conductas del paciente. Se debe trabajar además con las ideas o formas de ver la realidad que le generan angustia.
Neurociencias Cognitivas
La neurociencia aplicada a la terapia nos explica cómo a través del cambio en nuestro comportamiento podemos crear nuevos surcos en el cerebro, con el tiempo modificando la manera que tenemos de percibir la realidad, logrando de esta manera obtener una importante mejora sobre los síntomas.
Nos recuerda una y otra vez que no es lo que sentimos o pensamos lo que realmente importa, sino lo que hacemos, la conducta que emprendemos frente a cada hecho lo que realmente cuenta en la lucha contra nuestro padecer. (Schwartz & Beyette, 2016)
Con el tiempo es posible cambiar nuestro comportamiento en respuesta a los pensamientos intrusivos he impulsos y focalizar la atención en cosas más útiles y constructivas. En este sentido la clave está en darse cuenta que los pensamiento intrusivos (no deseados) están sucediendo a pesar de nuestra voluntad, no debido a ella. (Schwartz & Beyette, 2016) En términos de neuroplasticidad se trataría de debilitar los circuitos del cerebro asociados con hábitos no saludables y fortalecer aquellos que soportan acciones positivas.
Para estos casos el tratamiento probado científicamente está enraizado en la práctica del mindfulness y la terapia cognitivo conductual, lo que permite lograr un cambio duradero frente a nuestro padecer.
Es importante permitir que las sensaciones y los pensamientos estén presentes pero no actuar sobre ellos. Porque actuar sobre esos pensamientos o cavilar o rumiar lo que hará es alimentar más esos mensajes negativos y afianzar los circuitos desadaptativos del cerebro.
Tal como afirma el Dr. Rick Hanson “hoy podemos asegurar que el hecho de estar plenamente atento a nuestro mundo interior ayuda a sanar carencias importantes de empatía que hubiéramos podido sufrir de jóvenes”. (Hanson & Mendius, 2011)